Hermandad rafaelina

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Granada gallery
Utopia
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En mi último año escolar trabajé en una galería de arte que había en Rafaela que se llamaba Ahrus y funcionaba arriba de la perfumería Oliveras. La perfumería y la galería compartían la misma manzana con mi escuela, lindera a la plaza, por eso en esa época iba ahí todo el tiempo.

En la galería había pinturas del grupo Litoral muy buenas, también de algunos autores rosarinos que colmarían mi corazón años más tarde. Un Schiavoni gigante muy melancólico, de una calle que sube. Y una naturaleza muerta de Ouvrard compuesta por dos castañas de colores opacos y quebradizos a lo Morandi.

No obstante, la muestra que más me atravesó fue una de Betty Flores de Beltramino. Aprendí ahí que la señora era la hermana de don Miguel Flores (Rafaela, 1914 – 1968),
el primer pintor de mi ciudad. Un hombre que dictaba clases de pintura al plein air en
la plaza 25 de mayo. Sus saberes tuvieron tal impacto que decidieron homenajearlo y ponerle su nombre a la escuela municipal de arte el liceo Miguel Flores. Miguel estudió
en la Escuela Provincial de Bellas Artes Juan Mantovani de la ciudad de Santa Fe, se desempeñó como profesor de la Universidad Nacional del Litoral entre otras instituciones. Estudió pintura con los maestros Herrero Miranda y Pedro Giacaglia. Formó parte del Grupo Setúbal que integró junto a Ricardo Supisiche, Ernesto Fertonani, Jorge Planas Casas, entre otros artistas.

Betty, injustamente, no tuvo mucha trascendencia historiográfica. Sus obras se componían de paisajes desolados realizados en óleo pastel que dominaba con gran sensibilidad.

Un día Betty me contó que mi bisabuelo Marcelo Salinas vino de Nijar España con sólo 13 años y fue directo a su casa, a la de los Flores en Rafaela. Allí lo recibió su padre, don Cayetano Flores Góngora famoso por sus frescos en las iglesias de la zona y los trabajos en herrería y vitraux. Cayetano se había formado en la Academia de Granada, saberes que transmitió a sus hijos con rigurosidad tal como se puede ver en los dibujos de infancia de Betty y de Miguel. Mi bisabuelo vivió sus primeros años en este país con ellos, desde que me transmitió esa historia me gusta reconocerme como parte de esa filiación.

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retrato de Betty realizado por Miguel sobre tiza sobre papel 100 x 70 1950 2019

Miguel Flores / Ángeles Ascúa
Retrato de mi hermana Betty
lápiz y tiza pastel sobre papel 100 x 70 cm.
1946 – 2019

Betty Flores de Beltramino Nocturno óleo sobre tabla 50 x 70 cm aprox 1982HR tinta, tiza y tempera sobre papel 70 x 80 cm 2019

Betty Flores / Ángeles Ascúa
Paisaje nocturno
óleo sobre soporte rígido; lápiz y tiza pastel sobre papel 100 x 70 cm. (total)
1984 – 2019

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Miguel Flores / Ángeles Ascúa
óleo sobre cartón / tinta y óleo pastel sobre papel
1955 / 2019

HR collage 35 x 50 cm 1960 2019

Ángeles Ascúa
Miguel dando clases en la plaza 25 de mayo
fotografía, témpera y tiza pastel sobre papel 50 x 70 cm.
2019

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Ángeles Ascúa / Betty Flores de Beltramino
de la serie “Hermandad rafaelina”
acuarela y lápiz sobre papel / óleo sobre soporte rígido
70 x 100 cm.
1981 / 2019

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Miguel Flores / Ángeles Ascúa
Paisaje
lápiz y tiza pastel sobre papel
1946 – 2019

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una reseña en La Nación

Paisaje Argentino Contemporáneo

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Paisaje Argentino Contemporáneo
curadores: Lila Siegrist y Roberto Echen
CEC Rosario
mayo 2019

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La exposición «Paisaje argentino contemporáneo» se propone trabajar un el estado del arte, luego revisar, analizar y peinar autores de todo el territorio nacional, para conformar un coro polifónico de obras y voces en los que la conformación plástica de nuestras lontananzas configuren un nuevo lenguaje. El paisaje como cantera en donde embeberse y activar la sensibilidad y reconocer un nuevo ámbito de conocimiento. Hablar del paisaje más allá de los límites circunvalares y de nuestras orillas. De aquel paisaje al que hay que llegar. Cuándo uno lo cruza, lo atraviesa, o ve al otro lado lo mismo, y concibe qué es el paisaje extendido. Cuando uno se baña en él más todavía, entonces deja de entenderlo para vivirlo, y cuando uno duerme sobre su tierra, no sólo que lo entiende y lo vive, sino que pasa a ser parte de él. Cómo si una fuerza mutua que entre el suelo y la epidermis se contagiara allí mediante osmosis amorosa, para ser una sola pieza vital: el lomo de una y el paisaje. En definitiva todo aquel que quiera saber si ha conocido un paisaje (un lugar), lo que debe hacer es dormir sobre su tierra, en su geografía más inmediata.

Lila Siegrist

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Destacado

Si tuviste la suerte de vivir en Rosario de joven, Rosario te acompañará vayas a donde vayas por el resto de tu vida, porque Rosario es una fiesta que no termina nunca

tapiz (lana sobre lienzo)
150 x 180 cm.
2018

cuadernos y dibujos
2004 – 2018

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Llegué a Rosario en el 2004 para estudiar Bellas Artes. Un 16 de noviembre pero de ese año abrió el macro lo que me permitió ver obras de autores que admiro y poder aprender de ellas en vivo, sin mediación. Recuerdo vivir la apertura del museo con una emoción inexplicable. Muchos de mis profesores tenían obra ahí. Para mí fue casi mágico poder ponerle imagen / materialidad -a veces física- a su labor docente. Me acuerdo perfecto del séptimo piso con una mesa llena de obras a medio desembalar, parte de la colección de arte contemporáneo argentino más importante del país ahí arriba. Hoy en esa misma sala se habilitó el Gabinete, una muestra que curó Adriana Armando donde estoy mostrando mis cuadernos sobre unas mesas hermosas y elegantes que me hizo Yo Matias re que me da nostalgia todo esto porque ese año es el que lo conocí a él y creo que desde ese momento nos juramos amor eterno. Recuerdo todos sus cortes de pelo de ese año jaja algunos están registrados en esas hojas. También hay un retrato que le hice a Maxi Rossini cuando usaba otro corte de pelo medio largo y batido arriba y rapado a los costados que le quedaba muy bien. Ni hablar la emoción que me da compartir esta aventura con mis adoradísisisimas Mimi Laquidara y Pauline Fondevila. Bueno nada estoy re nostálgica para mí rosario es una fiesta que no termina nunca.

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Texto curatorial Gabinete por Adriana Armando
Poco importa si es de noche…

 Bajo este título se reúne a nueve artistas mujeres que viven y trabajan en Rosario o que tienen una parte de su biografía intensamente asociada a la ciudad; creadoras cuyas obras podemos ver en galerías y museos, escuelas y talleres, así como en otros espacios y circuitos. Ellas son parte de un nutrido conjunto que transita la ancha vereda del arte contemporáneo con sus insoslayables modulaciones y dificultades. Integran un gabinete: una modalidad nueva y con premiación ─instituida por las autoridades del 72 Salón Nacional de Rosario─ dedicado este año a artistas mujeres. Una de las acepciones de la palabra gabinete, la de aposento íntimo o habitación para recibir visitas, sumada al recuerdo de ciertas obras bañadas de luces lunares y climas expectantes, constituyeron la primera sugestión para que un ambiente de nocturnidad sobrevolara la exposición. Sin embargo ciertos puntos de partida se vieron alterados y surgieron otros, contiguos o apartados; de todos modos conservé el muy inicial poco importa si es de noche… para insinuar momentos o situaciones inquietantes, de agitaciones poéticas y plenitudes creativas, de notas de humor y extrañamiento, de latencias dramáticas y contrastes, que de algún modo surcan las obras congregadas.

mucho importa cuántas son…

La decisión institucional de que un grupo de artistas mujeres configure este gabinete debió estar fundada en el protagonismo que desde hace varios años tienen los movimientos de mujeres en todo el país, en pos de derechos y libertades, y al que adhirieron activamente las artistas visuales. La desigualdad de la participación de las mujeres en el ámbito de las instituciones de arte se manifiesta, entre otros aspectos, en las colecciones de casi todos los museos, conformadas mayoritariamente por obras de artistas varones. Numerosas investigaciones han destacado la cuestión de la invisibilidad de las artistas mujeres y los motivos que la sustentaron a lo largo de la historia; una situación que en el presente parece distinta dada la presencia creciente de mujeres en los circuitos institucionales públicos y privados, oficiales y alternativos. Sin embargo, si atendemos el acervo patrimonial del Castagnino + Macro, podemos observar que la brecha entre géneros, que resulta abismal en la colección histórica, se atenúa notoriamente en la colección contemporánea, pero sigue expresando una profunda diferencia. Así, en la primera el porcentaje de obras de mujeres no alcanza el 15%, considerando juntas las secciones de Pintura, Grabado y Escultura, y si bien este dato está basado en un registro quizás incompleto, las modificaciones que pueda haber probablemente no alterarán significativamente esa enorme desproporción. Mientras que en la segunda y a partir de listados actualizados, el porcentaje asciende a un 35,7% de artistas mujeres, una cifra que incluye el área de diseño y que no parece corresponderse con una escena artística con mucha participación de artistas mujeres. Situación que no hace más que confirmar la sobrevivencia de la desigualdad en una colección iniciada en los primeros años del 2000. También es cierto que si atendemos los premios de los Salones en la última década, se produjo una aceleración en la valoración de obras de mujeres, aunque hay que mensurar las adquisiciones con respecto a otros premios y menciones.

El Salón es una institución que en Rosario comenzó a funcionar en 1917, con jurados integrados sólo por varones, quienes adjudicaron los premios importantes a varones: en esa ocasión, las mujeres representaron un 13% de los participantes y sólo una de ellas obtuvo un premio estímulo. Más allá de esta lejana referencia inaugural, que con el transcurso de los años varió en porcentajes pero sostuvo una diferencia importante, interesa observar el devenir de los certámenes que transcurrieron entre 2005, cuando ya se había creado el macro, y 2017. Se trata de una secuencia corta de trece salones en un clima cultural mucho más propicio a la consideración de las mujeres: no obstante, sólo en cuatro oportunidades el primer premio se adjudicó a ellas. El número aumenta a seis en el caso del segundo y el tercero se otorgó una vez; obviamente todos fueron adquisiciones. Sí hubo menciones para artistas mujeres en casi todos los salones considerados, así como otros premios que no eran adquisiciones. Los jurados de premiación siempre estuvieron integrados por mujeres y varones: en cinco ediciones hubo mayoría de mujeres, en siete de hombres y sólo en una hubo paridad. No obstante en cuatro de las cinco ediciones que tuvieron un jurado con preeminencia de mujeres los premios adquisición se otorgaron sólo a artistas varones, constituyendo la excepción el del 2015, integrado exclusivamente por mujeres que premiaron congéneres para que sus obras integren la colección contemporánea del Castagnino + Macro.

nada es para siempre…

Una exposición de artistas mujeres que producen dentro de los clivajes del arte contemporáneo y que tienen visibilidad pública en diferentes instancias, no pretende sólo ampararse en una coyuntura política y cultural más permeable, aspira a producir un llamado de atención sobre la persistencia de manifiestas desigualdades y, fundamentalmente, sobre la necesidad de sostener la vigencia de una agenda en torno al tema en las instituciones artísticas. Estas cuestiones referidas a artistas mujeres ─una clasificación basada en diferenciaciones culturalmente establecidas─ deben anudarse con otras devenidas de una escena más plural, abierta y compleja que ha rebasado el binarismo de género y que nos interpela por igual.

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Los cuadernos de Ángeles Ascúa, de líneas sutiles e impregnados de pictoricidad, componen una suerte de atlas afectivo, amorosamente desplegado; junto a ellos la intervención del texto de Hemingway en alusión a París era una fiesta, donde superpone Rosario a la capital francesa, le permite conjugar palabras e imágenes bordadas, al tiempo que ensancha un horizonte de sentimientos. Si los cuadernos están colmados de retratos de amigos, el tapiz deviene en “la compañía perfecta” para aludir a vivencias compartidas y situadas: «Si tuviste la suerte de haber vivido en Rosario cuando joven, luego Rosario te acompañará, vayas a donde vayas, todo el resto de tu vida, porque Rosario es una fiesta que no termina nunca.»

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PREMIO COLECCIÓN 72 Salón Nacional de Rosario, 2018

Mucha emoción y felicidad que mis cuadernos queden para siempre en la colección del Museo Castagnino+macro 💘 gracias Adriana por la invitación y a mi familia rosarina por tanto

 

Piel de empedrado corazón de leche y de trigo

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PIEL DE EMPEDRADO, CORAZÓN DE LECHE Y DE TRIGO

10 de agosto al 21 de octubre de 2018, Museo Municipal de Artes Dr. Urbano Poggi, Rafaela.
Un proyecto que concreté en estrecha colaboración con Lila Siegrist y la compañía de Adelina Bianchi de Terragni, Betty Flores de Beltramino, Irene Berzero, Ricardo Peirone, Eduardo Chiarella, Miguel Flores, Ricardo Merlo y Juan Carlos Deambroggio.

Esta muestra es una versión expandida de la propuesta homónima que pude concretar gracias a la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires, ed. 2017.

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Me atrevo a este título: “El factor Ascúa”

Einfühlung

Pienso el texto de Ángeles Ascúa mientras viajo en un tren de alta velocidad; mi vecina de asiento entona una canción de cuna musitando a su bebé semi /dormido, todo lo que se oye en el vagón es este canto, pasa un paisaje a 360km/h. ¿Palabras en italiano? no, de adentro del Piamonte mismo, me tiembla el pulso para escribir Piamontés. Proyección sentimental. Gimnasia estética, para el “hombre como medida de todas las cosas”.  Ahora piso el acelerador y tomo la rotonda de Nuevo Torino, con sus canteros disciplinados y sus cordones impolutos, blancos, la cuenca lechera lo tiñe todo. Se precipita un factor que justifica el eje espinal de este texto. Identifico un glosario en otro idioma, en el que lo que se dice se corporiza gutural y generoso; eficiente. Y otro, Nijar, España. ¿Cómo es que se conforma una escena? Alguna vez escribí el remate de un poema que decía: una escena es cuando dos testigos identifican un fenómeno y comentan al respecto, entonces Ángeles puede ser una escena.

 

Élan

Trazo otro eje, que se activa en lo romántico de un nuevo canto, el lenguaje, el color. Podría, entonces, dejar de lado el positivismo newtoneano para dominar la destreza cromática de Goethe y entrar, así, en un baile agudo entre la abstracción lírica y la paleta más romántica de la pampa glaucolactea. Ángeles Ascúa nuevamente, en adelante AA, domina la extensión de la industria de las pasturas, de las comunidades productivas, de los modos de agenciamiento más complejos y lineales en isovalencia. Su canto, su tesitura,  su impulso, sus semánticas respetuosas, requieren del hábito saético de 3 o 4 generaciones de sobremesas sostenidas en la responsabilidad, la sensibilidad y el trabajo. Otro eje definido por un factor: el trabajo. El trabajo que normatiza, interfiere y traduce el paisaje: hacer un paisaje. Refiere la artista a propósito de esta exposición:

“En la escuela me enseñaron que mi ciudad no fue fundada, no hay un origen. Su historia está compuesta por hechos de escasa resonancia. Entonces esta realidad de ser formada y fundamentalmente de “formar” convive con especial deber en cada uno de sus habitantes todos los días. Ahí no hay nada: ni agua buena, ni madera; sólo algunos matorrales, exceso de calor y viento norte. Quien se ocupó de escribir esta historia fue Adelina Bianchi de Terragni.”

Habla del clima; de los naranjos en invierno en Rincón, tremendos post heladas. El hielo le ofrece  dulzura a los cítricos, ¿cómo aparecen los frutales en el registro fotográfico de búsqueda de la pintura?

 

Contemporánea

Conozco a AA desde hace casi una década, diría que la he espiado crecer. Quiero ser ella. Hay pocas personas que quiero ser. Quiero ser una amiga en común que tenemos, quiero ser la mujer que cría esa niña XUXA de peluca trucha destellante. Se espeja el mundo sobre el adoquín patrimonial. Humor amoroso. Surgen las palabras de Goethe en un variopinto universal que excede cualquier léxico romántico, cualquier declinación erudita. La Rosa de los Temperamentos cuando Schiller y Goethe experimentan y formulan en conjunto dando nombre al esquema de color combatiendo la ciencia de Newton. Roberto Echen podría decir que “AA es contemporánea”. Un maestro que confiesa aprender de las lecturas que emprenden sus alumnos, de lo que ellos aprenden de otros. Pero antes, Irene, Irene.

 

Funcionaria

El teje como una estratégica política. A  AA no hay que explicarle nada. Identifica el ritmo de las instituciones, define los andariveles de la cultura, ajusta su genealogía configurando una urdimbre aguda y exquisita: verdadera y ejemplar. El artista como un hacedor, maestro, político, gestor, entiende en el ejercicio del arte y la cultura una manera de posicionamiento con impacto comunitario con notables dotes transformadores. Y da testimonio: “En Rafaela tuvimos un intendente pintor. Se llama Ricardo Peirone. Durante su gestión creó la “Comisión municipal para la promoción de la cultura” un organismo idílico que funciona desde 1996 “un ámbito propicio para la reflexión de problemáticas comunes a las instituciones y para la decisión de compartir proyectos que tienen como destinataria a la comunidad toda.” En su juventud, Ricardo Peirone además escribió junto a Americo Tosello la “Historia de las Artes Visuales de Rafaela” donde se consignan la vida de los pintores rafaelinos. Una obra bellísima que me recuerda a las “Vidas…” de Vasari.”

Luego de pensar junto a AA en el espacio que alojará la exposición en Museo Municipal de Arte «Dr. Urbano Poggi», nos reunimos  en un bar y ella pide un capuccino. Son las 4 de la tarde en Rafaela, siempre vuelvo a Rafaela a ver amigas. Sucede un museo donde lo imaginé hace 4 años, la infraestructura del amor.  La estructura es perfecta. La ambición de sus funcionarias es loable. Discutimos sobre modos de asociación y colaboración entre artistas, productores, investigadores, críticos; nos sentimos fraternas. La casuística no remite a Irene Berzero, quién trabajara en la Galería Ahrus y tuviera una participación muy activa en el Centro de Artistas Plásticos; impulso que configura un cuerpo militante y defina un nuevo territorio plagado de lecturas que hicieran de AA una artista; así aparecen otras referencias: Irene coleccionista, artista y fuerza centrífuga en Rafaela. La generosidad evidencia su compacidad en la transmisión.

 

Museo

AA define una genealogía, no rinde homenaje, organiza un sector de su geografía en el que se materializa una comunidad. Investiga y explora la cercana cartografía: “testimonio claro de paisajes y formas de vida; de personajes y colores…”  y la pone en circulación, con un canevá en sala plagado de casos que oscilan entre las experiencias visuales y los documentos. La sala en el Museo tiene zonas en las que emerge un bosque de cabezas de Merlo, el célebre escultor rafaelino dotado de un don para el trabajo de figuras en madera, también vitrinas con material de archivo, registros de los Carnavales, fotos familiares, nombres propios de maestros y colegas, construcción de una nueva tradición. En otro momento una pareja de amigas juega paddle o un grupo aureático de masones da cuenta de sus tenidas en una foto en la que su composición axial es liderada por un estandarte en el que se ve bordado un sol retinto. Los estandartes condensan modos de leer el trabajo de AA, a su prosapia y a los fenómenos naturales que han circundado todo.

 

Ciudad

¿Cómo se leen las obras según difiera la distancia de su lugar embrionario? La ciudad de Rafaela contada a través de las referencias de los túneles subterráneos que unen la galería de arte donde AA ha trabajado de adolescente, con la perfumería y su colegio, todo bajo el estrepitoso empedrado. Arriba, la plaza se volvía ágora cultural, rugía la ciudad:  “ don Miguel Flores, el primer pintor de mi ciudad. Un hombre que dictaba clases de pintura al plain air en la plaza 25 de mayo. Sus saberes tuvieron tal impacto que decidieron homenajearlo y ponerle su nombre a la escuela municipal de arte el liceo Miguel Flores. Betty, en cambio, injustamente no tuvo mucha trascendencia historiográfica. Sus obras se componían de paisajes desolados realizados en óleo pastel que dominaba con gran sensibilidad. Un día me contó que mi bisabuelo Marcelo vino de Nijar España con sólo 8 años y fue directo a su casa, a la de los Flores en Rafaela. Desde que me transmitió esa historia me gusta reconocerme como parte de esa filiación.”

Señala así una comunidad:

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Un compás áureo hacendoso.

Una enciclopedia: “El redescubrimiento de América en el arte”

“Una excursión cinematográfica, podríamos decir, historicoartística – la historia es siempre la que justifica en lo profundo nuestro gesto de hoy- desbrozará el bosque de imbricados conceptos de arte, y posiblemente podamos ofrecer, limpia, la idea central de este dramático hombre-artista de América, conjurado en decir su palabra de arte con su auténtica y propia voz” Ángel Guido.

Lila Siegrist

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Muchas gracias a Lila Siegrist, a Ximena, Tuni, Javi y Marta del Museo, a Silvia Beltramino, Irene Berzero, Ricardo Peirone y Juan Carlos Deambroggio, a Héctor y Roxana del Archivo Histórico Municipal, y a Peri y a mi mamá del Foto Cine Club de Rafaela.

 

 

Bin Bin

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Bin bin es una muestra de dibujos, también es el nombre de un personaje que aparece fugazmente en Cisnes salvajes, una novela sobre los problemas de tres generaciones de mujeres chinas. A pesar de todos los avatares, extrañamente Bin bin significa amable.

Para escribir en chino-mandarín es importante el gesto cuando se apoya el fibrón y se forma un punto denso de tinta que se suelta con rapidez para dibujar un acento, el origen de todas las palabras. Bin está formado por un pictograma kanji que es un árbol de cedro acompañado por tres acentos que parecen hojas volando, esa estructura se repite dos veces (bin bin) La misma configuración es la que se utiliza para la palabra bosque y libro.

Me gustó observar a un amigo tratando de traducir mi nombre, primero lo hizo a partir de Los Angeles, la ciudad californiana, dibujó tres pictogramas que cuando busqué el significado, esta vez a partir de ellos, era“ciudad costera”, algo bastante lejano a las referencias celestes y extraterrestres que mi madre trató de evocar en él. Un tiempo después encontré un sello de piedra y cabeza de búfalo que mi padre me regaló hace unos años de tres pictogramas, en este caso la traducción fue ejecutada por sílabas más no por significado.  

Las palabras en chino se escriben progresivamente. Hay que respetar el orden, no se inicia por cualquier parte como yo lo haría. Quizás en castellano pasa lo mismo. Uno no empezaría a dibujar la B desde la derecha, mucho menos desde el medio. Es lindo hacer el ejercicio de comenzar a escribir letras desde cualquier lado pero no sería lo natural. Me interesan todos esos protocolos del lenguaje escrito. No se si como dibujante soy escribiente.

En ese sentido, considero que el dibujo es una herramienta muy eficaz para el aprendizaje. Recuerdo todas las caras y la actitud de ciertas flores por haberlas dibujado, me han demandado mucha concentración. Sin embargo los dibujos binbin no me hacen acordar a nada y a todos al mismo tiempo especialmente a aquellos autores que amo o que alguna vez amé: Juan Grela, Fernando Espino, Enio Iommi, Los palmeras, Hugo Padeletti, los hermanos Guido y los Flores, Mele Bruniard y Eduardo Serón, una zona geográfica y rural, ecos de algunas ideas cursis modeladas por colores, estelas de una admiración ferviente.

A veces pienso que esos dibujos quieren que yo sea una dibujante amateur, son ellos los que conducen mi curiosidad. Por eso prefiero los pequeños formatos, los cuadernos que puedo llevar a cualquier lado con los que realizar mi gracia donde me sienta cómoda. Los papeles arrugados, las tintas desteñidas, los lápices duros, marcadores escolares. En sintonía, de las obras de arte concretas prefiero los dibujos hechos en papel que a las pinturas. Me gusta ver como sus autores se relajan y pintan afuera de las líneas, ese desbordamiento me hace reir.

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BinBin presenta a Ángeles Ascúa o
la forma sin sombra se mira el cuerpo

BinBin: actor cantante, libro, confitería, fábrica de sándwiches de miga, novela, tipo de plástico en jarra, instrumento que las mujeres ponemos en nuestro sexo para excitar a otrxs, salón de belleza, una especie de collar de ombligo, popcorn, , ciudad de Managua, caramelos masticables, novelita de la Tipperary, una clase de artesanía en vidrio, tipo de poster tridimensional y sigue el imán.

BinBin o las orlas del agua
los patos y los efectos en rama
los sonidos que se arrastran de dibujo en dibujono son arrastrados sin voluntad, ni se pierden en su particularidad
en su detalle se reproducen hasta llegar a un pattern.

Ascúa es una estudiosa de la forma-cuerpo en cualquier dimensión. Si repaso su historia del arte, de las performances con la Herrmana Favorita, a su trabajo en el Museo, a su vida de estudiante de Bellas Artes, a las esculturas-colores a los cosidos, a su vida de amigxs del interior y a los recientes dibujos encontramos una férrea voluntad por la forma. Hacer patitos, ranitas o sea efectos circulares en el agua, con la piedra plana, para ir trenzando un flujo de personas.

Entonces es el sonido, una teoría de la forma bi-tri-cuarta, y el epostracismo.

El epostracismo, epi (sobre) y Ostrako (concha), aquel deporte practicado hace miles de años en Grecia. Homero describe una apuesta entre Jasón y Hércules para ver quien hacia rebotar más veces una piedra sobre al agua. Los romanos competían pero con conchas marinas. Shakesperare escribió sobre ‘hacer ranas’ en la versión original de Enrique V. En los records Guinness de 2013, aparece el puntaje de 88 rebotes. La operación de tirar y rebotar, también alcanzó la invención de la bomba de rebote.

¿Adónde quiero llegar?

Junta nombres de mujeres
hace patitos, cabrillas y el sonido circular nombra, poniendo en relación a “la forma camarada que estira y toca los cuerpos”.
Junta nombres de mujeres:
Amancay, Flor, Rafaela, Betty, Silvi, Ester, Mariel, Chichi, Aid, Juana, Felicia, Aracné, Florencia, Lía, Irene, Sol, Mimi, Gelli.

Claudia del Río

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Bin Bin, Buenos Aires: Galería Granada, 10 de mayo al 10 de abril de 2018 y en Rosario: Gabelich Contemporáneo, 30 de junio al 30 de julio de 2018. Prólogo a cargo de Claudia del Río.

Catalina Fernández Heredia escribió esta reseña «Construir desde la falta» que se puede leer acá

muchas gracias a Claudia del Río; Debbie Reda y Memu Martínez de Granada; a Gabriela Gabelich de Gabelich Contemporáneo y a Catalina por sus palabras.

Agramaticalismos

Agramaticalismos

cuadernos

Somos hablados por una lengua que nos preexiste. El lenguaje nos habita y hace posible un mundo. Lo describe, lo nombra, lo dota de sentido, establece sus reglas, su forma y su regularidad. Y al mismo tiempo que lo instituye lo estabiliza en un modo de ser. Lo sustancia edificando su sintaxis, su morfología y su pragmática.
Aun así el lenguaje (y sus usos) es un organismo vivo en permanente mutación y adecuación a las demandas expresivas de cada época. Pero el manual define como “violación” y “anormalidad” aquellos modos que se alejan de las prácticas homologadas.
Pero la falla, el error y el desvío que se alojan en las formas agramaticales pueden ser modos de decir precursores de una estilística experimental hecha de retazos de usos frecuentes e infrecuentes, de anacronismos y neologismos.
Una poética del mal uso, del tachón, del resto, que se apropia de las superficies del lenguaje escrito (de la hoja, del cuaderno, del libro, del pizarrón, de la computadora) para flotar a través del dibujo, de la mala caligrafía, de una morfología deforme, del accidente, buscando la forma del deseo y del pathos en donde imagen y palabra se abracen mutuamente hasta perder su forma neta.

Jimena Ferreiro
Curadora

Piel de empedrado, corazón de leche y de trigo

Hasta el JUE 21 DE DICIEMBRE
Sala 3 del Centro Cultural Recoleta
Bienal de Arte Joven

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Piel de empedrado, corazón de leche y de trigo se concretó gracias al apoyo que recibí de Bienal Arte Joven Buenos Aires categoría Proyecto a desarrollar – Artes Visuales, bajo la atenta mirada de Patricio Larrambebere, Lara Marmor y Marcela Sinclair. Compartí la experiencia con Ramiro Quesada Pons, Santiago Delfino, Nacha Canvas, Alfredo Frías y los Karicia.

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Buscar la fuente, un origen, no es volver al hogar seguro y abrigador, sino salir al destierro.
No hubo ceremonia en la Colonia. Tuve que encarar esta misión apelando al coraje, la necesidad de resistir el esfuerzo en la primera hora y la confianza en el futuro.
Aprendí que la comunidad es lo que tiene lugar siempre a través del otro, es un don para renovar, nos está dada con el ser y como el ser, bastante más acá de todos nuestros proyectos, voluntades, empresas.
La uniformidad del paisaje impresiona. En la tierra hay sólo algunos espinillos, espartillares y chilcales entre los que corren animales minúsculos como perdices, cuis, mulitas y martinetas. Los silvestres son mucho más lindos que los salvajes, te lo aseguro. Lo que le falta de elegancia lo suplen con gracia y encanto.
El agua es muy salada es que una vez hubo un mar que cubrió la parte limitada por las elevaciones de Córdoba y Buenos Aires; más antiguas incluso que los Andes. Así que por esta zona tenemos mucha sed, una sed que no se agota, una sed viva de horizonte, de progreso y de galope.
Wilhelm Lehmann vino a Rafaela desde un pueblo del sur alemán llamado Sigmaringendorf. Roca le designó esta tierra para que la gestione. Se ocupó de parquizar el terreno y emprender su explotación. Toda la región está poblada por localidades que llevan nombres femeninos en homenaje a elegantes damas que, amén de tal cortesía, no pasearon sus figuras por los campos desolados: Susana, Ramona, Aurelia, Felicia, Pilar, Bicha, Angélica, La Paquita, María Luisa, María Juana, Santa María, Eustolia, Porteña, Margarita; dos Santa Clara, una de Buena Vista la otra de Saguier; Esperanza, Colonia Anita, Colonia Esther, Colonia Raquel, Elisa, Virginia; todas amadas ellas por nuestro formador. También están los apelativos a la nostalgia como Nueva Roma o Bella Italia.
En la escuela me enseñaron que mi ciudad no fue fundada, no hay un origen. Su historia está compuesta por hechos de escasa resonancia. Entonces esta realidad de ser formada y fundamentalmente de “formar” convive con especial deber en cada uno de sus habitantes todos los días. Ahí no hay nada: ni agua buena, ni madera; sólo algunos matorrales, exceso de calor y viento norte.

La topografía del lugar incita al todo por hacer. El trabajo agrícola fue el cimiento del crecimiento inicial. Por la paralización de las exportaciones de los granos, el tambo adquirió gran difusión durante la primera guerra mundial. La consolidación definitiva de la industria láctea será por 1924. Desde entonces nos han puesto el magnífico epíteto Corazón de la cuenca lechera, mi preferido en comparación con Perla del oeste. Complementan dicha actividad una cantidad enorme de empresas de diversidad productiva, se destacan entre ellas la autopartista. El mejor motor del mundo hoy es el Ferrari 488 GTB y está equipado con válvulas rafaelinas lo que me llena de dicha.
“Con”, “juntos”, o “en común” es la lógica singular de un adentro/afuera, una lógica del límite: lo que está entre dos y muchos y que pertenece a todos y a nadie. Para nuestra congregación, un ser sin otro, sin su alteridad, no tiene sentido. Es ser en común, donde el interior, en cuanto interior, se vuelve exterior. Y así vivimos, sólo nos tenemos los unos a los otros. Y al progreso.

En este esquema nací en el barrio Amancay. Allí los barrios portan nombres de próceres como los de otras ciudades, después de ese me mudé a uno que se llama Brigadier Estanislao López. Amacay sin embargo era una joven a la que un cóndor le arrancó el corazón regando con gotas de su sangre los valles del Co-carí. Como estaba ubicado en los confines del territorio, la música más recurrente era el silbido de los camiones alejándose. Las rutas 34 y 70 nos separan de Los Nogales y el glorioso 17 de octubre. En el Amacay siempre era verano y tenía calles de tierra voladora por el viento norte, salvo en el momento que pasaba el camión del riego y el ecosistema se transformaba fugazmente.

Promediando noviembre, al atardecer, se escuchaba los tambores de la comparsa de Don Petraca que ensayaban para carnaval y anunciaban la llegada del verano. En mi casa el carnaval se vivía de una forma muy comprometida: se empezaba a tirar con nieve en spray luego bombuchas de dudoso contenido, hasta llegar a la mostaza, yerba, azucar. Recurrentemente mi papá comentaba, al pasar, su intención de buscar los desechos de pelo de alguna peluquería de la zona. Después venía la etapa de la elección y confección de los disfraces para el Carnaval de los locos bajitos, desfile de las comparsas que se desarrollaba en el centro. Ellas eran precedidas por los hombres que escupían fuego y los autos locos. Mi mamá era una experta: una vez mi hermana se disfrazó de gatúbela y le confeccionó las uñas cortando un plato descartable. Mi participación más destacada fue con el traje de gallo, que me valió el premio al mejor disfraz y gané una cámara de sacar fotos con rebobinado automático.

Esas calles del centro están cubiertas por adoquines que incomodan el andar. Son un montón de cascotes encastrados que se desacomodan todo el tiempo por eso cada vez que se dignan a arreglarlos se reúnen los obreros que deben realizar la labor artesanalmente, picando piedra a piedra. El municipio un día tuvo la ridicula idea de declararlos bien histórico patrimonial. Aparentemente se colocaron las piedras en 1926 cuando se corrió ahí la primera edición de las “500 Millas Argentinas” motivo suficiente para ser preservados.

En mi último año escolar trabajé en una galería de arte que había en Rafaela que se llamaba Ahrus y funcionaba arriba de la perfumería Oliveras. La perfumería y la galería compartían la misma manzana con mi colegio, lindero a la plaza, por eso en esa época iba ahí todo el tiempo. Todo esos edificios estaban conectados por una serie de túneles que dicen habían sido construidos por la masonería. Una vez vi la puerta pero me dio miedo bajar.

En la galería había pinturas del grupo Litoral muy buenas, también de algunos autores rosarinos que colmarían mi corazón años más tarde. Un Schiavonni gigante muy melancólico, de una calle que sube. Y una naturaleza muerta de Ouvrard compuesta por dos castañas de colores opacos y quebradizos a lo Morandi.

No obstante, la muestra que más me atravesó fue una de Betty Flores de Beltramino. Aprendí ahí que la señora era la hermana de don Miguel Flores, el primer pintor de mi ciudad. Un hombre que dictaba clases de pintura al plain air en la plaza 25 de mayo. Sus saberes tuvieron tal impacto que decidieron homenajearlo y ponerle su nombre a la escuela municipal de arte el liceo Miguel Flores. Betty, en cambio, injustamente no tuvo mucha trascendencia historiográfica. Sus obras se componían de paisajes desolados realizados en óleo pastel que dominaba con gran sensibilidad. Un día me contó que mi bisabuelo Marcelo vino de Nijar España con sólo 8 años y fue directo a su casa, a la de los Flores en Rafaela. Desde que me transmitió esa historia me gusta reconocerme como parte de esa filiación.

En el croquis que la empresa colonizadora de Wilhelm Lehmann trazó en 1881 el cuadrilátero central fue destinado a la plaza que hoy está poblada por árboles de toronjas de las cuatro estaciones que nos garantizan perfume de azahar durante todo el año. Con ellos conviven un conjunto estatuario audaz: un león llevando a su cría en la boca, un ciervo, dos hombres: uno arando y otro sembrando y una Venus de Milo. En el medio está San Martín y una caja armónica donde toca la banda municipal para celebrarlo en las fiestas patrióticas.

Lo más importante es el local de letras coloradas que se encuentra cruzando la calle. La heladería La Gloria, un edén colmado por los sabores más eclécticos e innumerables, todos exquisitos y deliciosos, ordenados en degradé con incrustaciones de alimentos diversos y trozos de frutas rebosantes.

Hace poco publicaron en el diario La Opinión la historia de un escultor local, Eduardo Cammilli, quien habría realizado un monumento homenajeando a Lehmann a ser ubicado en el centro de la Plaza en 1932 que tituló “Gladiador de la pampa gringa”. El proyecto no se concretó.

En cierta época del año es común ver a los niños aprendices de taekwondo caminar descalzos sobre las piedras de grava colorada que decoran el paisaje. Dicen que esa iniciación les templa el carácter y forja su temperamento.

Platón en la República sostiene que los dioses pusieron oro y plata en el alma de los hombres capacitados para mandar, bronce y hierro en la de los labradores y demás artesanos. En cambio, los hombres y mujeres que nacemos en Rafaela tenemos la piel de empedrado y el corazón de leche y de trigo.

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Bazar Americano

Con lápices, tintas o acuarela, Ángeles Ascúa dibuja pequeñas obras –cuasi paisajes abstractos, orgánicos, luminosos– en muchos cuadernos. Algunos de estos dibujos serán luego ampliados, o tejidos, tal vez en más de una ocasión. También lee poesía, copia pinturas que ve en libros, intercambia obras con amigos y bucea en la historia, del arte o de la familia, que es casi lo mismo ya que el arte es también su familia. Es artista, pero también curadora, y en algunas de sus muestras incluye trabajos de otros, o referencias pictóricas y bibliográficas, o poemas. Un entorno, real o virtual, en el que sus obras abstractas encuentran afinidades como uno encuentra a sus amigos, a veces inesperadamente.


La cultura, parecen decir las muestras de Ascúa, es algo que vamos haciendo entre todos, –las ranas que croan a la hora de la siesta en las zanjas de Rafaela, las historias familiares, los amigos, la pintura de Tintoretto, o de Juan Grela, los viajes, los pequeños triunfos, las grandes pérdidas– capas de colores transparentes que se van superponiendo y modificando unos a otros, con alegría, con melancolía.

Esto lo escribió -el genio y uno de mis pintores preferidos de la historia del arte- Daniel García para Bazar Americano muchas gracias! que honor!

Amancay

Angeles Ascua Amancay

Nací en el Amancay. Los nombres de los barrios en general hacen referencia a próceres o a fechas heroicas, después de ahí me mudé a uno que se llama Brigadier Estanislao López (a pesar de que sus calles llevan nombres preciosos de flores). Amancay era una joven a la que un cóndor le arrancó el corazón regando con gotas de su sangre los valles del Co-carí.
Mi barrio estaba en los confines de la ciudad, por eso la música más recurrente era el silbido de los camiones alejándose. Las rutas 34 y 70 nos separan de “Los Nogales” y el glorioso “17 de octubre”.
En el Amacay siempre era verano. Las calles de tierra se levantaban por el viento norte, salvo cuando pasaba el camión del riego y el ecosistema se transformaba fugazmente.
Una lambertiana dividía nuestra casa con la quinta de Cabalié que tenía una construcción alpina, de madera, bastante chica, con un encanto a lo bambi; también componían la propiedad una pileta de líneas curvas y ladrillo visto en el borde. Era una casa muerta que resucitaba en verano. Del otro lado había un criadero de perros doberman, tan elegantes y masculinos. Y en frente vivía Casimiro, el jardinero, que recortaba nuestros arbustos y los dotaba de formas escultóricas.
En una ocasión íbamos en moto, manejaba mi mamá, Mariel adelante y yo atrás y de repente se voló mi frazada en la ruta. Llegamos a casa, le arranqué la del mismo color pero de mayor longitud de la cama de mi hermana. El olor era distinto. Nosotras habíamos creado un vínculo de mugre. Es una pena porque creo que nada se pierde en la ruta. La ruta es como el universo, inconmensurable, y está ocupada por la chatarra que dejan los restos de satélites que quedan en suspenso.
En cierta época del año es común ver a los niños aprendices de taekwondo caminar descalsos sobre las piedras de grava colorada que decoran el paisaje. Dicen que esa iniciación les templa el carácter y forja su temperamento.
Platón en la República sostiene que los dioses pusieron oro y plata en el alma de los hombres capacitados para mandar, bronce y hierro en la de los labradores y demás artesanos. En cambio, los hombres y mujeres que nacemos en Rafaela tenemos la piel de empedrado y el corazón de leche y de trigo.

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Amancay, LAVA, Rafaela, febrero 2017.
Muchas gracias a Renzo Pignoni y Belén Pacheco por la invitación.

Voluntad de acción

Angeles Ascua Voluntad de accion dibujo 150 x 180 cm 2016

La obra de arte siempre fue reproducible. Conozco muchas de esas piezas gracias a algunos libros y especialmente a internet. Me gusta guardarlas, organizarlas y tenerlas a la vista. Hago el ejercicio de copiarlas y revisarlas para aprehenderlas. Una vez fui a un museo y vi el Angelus Novus de Paul Klee. En un primer momento me generó un gran impacto y pensaba cuantas aventuras habrá vivido esa pieza tan chiquita y tan humilde acompañando a Benjamin. Después cuando vi el cartel, decía que la obra no era original si no una copia comisionada para la exhibición. Me generó un poco de confusión al principio pero después una enorme alegría porque me di cuenta que todos los angelus novus arrastran esos fantasmas. Es más, me hizo feliz saber que ellos y yo no estamos tan lejos.
La vanguardia del ‘45 arrastra una copiosa estela de la que soy fan. Por aquellos años, los artistas invencionistas habían trazado un programa estético que proponía rodear a los hombres de cosas “reales” con el objetivo de generar voluntad de acción. Estos dibujos pertenecen a la serie “Sos todo lo que yo no puedo ser” con ellos quiero inscribirme en esa tradición.

Semana del Arte, Rosario 2016
Muchas gracias a Roberto Echen y a Florencia Lucchesi!

Gestión de lo real + Congreso Abierto del Arte

Participé de dos encuentros:
«Gestión de lo real» organizado por Cielo abierto y Casa Temenos, del 11 a 15 de julio del 2016 (Gracias a Paula Baró por la invitación!)
«Congreso Abierto del Arte» Primer Fase de la Duodécima Semana del Arte Rosario 4, 5 y 6 de agosto de 2016 (Gracias a Roberto Echen y equipo por la invitación!)
en los que leí el siguiente texto >

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Los Independientes
El primer proyecto del que participé se llamó La Herrmana Favorita. No éramos ni Florencia Caterina, ni Matías Pepe, ni yo; éramos los tres que, en una unión bastante simbiótica, concebimos otro sujeto.
En la obra de LHF puedo reconocer tres instancias: proyectos curatoriales, programas de formación y exposiciones, todo esto en Rosario, provincia de Santa Fe, República Argentina. Por decisión (y por pobreza) no teníamos un espacio físico, adoptamos una modalidad parasitaria, nos apropiábamos de otros espacios para generar nueva institucionalidad.
Sus anfitriones fueron muchos. Creo que uno de los más importantes fue el Centro Cultural Lavardén, un teatro precioso que en el techo tiene unas pinturas de Guido que son una locura, y una antesala donde nos invitaron a hacer exposiciones mensuales con el único desafío de mostrar autores emergentes, que no circularan por las otras instituciones de Rosario. Estudiábamos en la facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario y trabajábamos en materias de primer año, ahí tuvimos la dicha de conocer a artistas muy talentosos a los que le ofrecíamos nuestro espacio para que realizaran sus primeras experiencias que también fueron las nuestras. Fue muy intenso porque eran muestras mensuales. Recuerdo dos: una de David Maggioni que llenó de globos de papel la sala y no entraba mas nadie y otra de Killian que trajo al Giménez a tocar y armamos una cancha de futbol virtual en la platea. Algunos de los títulos de nuestras exposiciones fueron “Un nombre para las lays de pollo” “Kubismo, si fueras un robot, no querrías saberlo?” “Homenaje a Charles Crumb” que develan nuestros intereses.
En simultáneo sentíamos que el medio educativo presentaba algunas carencias. Siempre fue muy común que los artistas rosarinos viajaran a Buenos Aires para asistir a algunos talleres. Entonces empezamos a organizar programas para cubrir nuestras necesidades, así organizamos el SPA (Seminario de Profesionalización Artística) –con especialistas invitados que siempre era un curador, un productor y un artista anómalo­ y la Colonia de Vacaciones “El verano es nuestro invierno” porque el verano era larguísimo y muy aburrido. Se concretaron en encuentros quincenales donde se confrontaba las obras de los participantes que eran seleccionados a través de convocatorias abiertas. Fue muy lindo porque participaron de esos programa artistas mayores que nosotros que admirábamos muchísimo como Virginia Negri, Michele Siquot, Maxi Rossini, Juan Hernández, Cacho o Pauline. Y después nos empezó a pasar que algunos venían a Rosario para participar como Corina Arrieta que venía desde La Plata o Aurora Rosales, Liv Schulman, Lucas Ardu o Lu Berneri.
También organizamos dos ediciones del “Club del trueque” porque acá se hacen unas subastas de arte y fue una manera excelente de que los artistas pudiesen adquirir obras de otros artistas. Pusimos una serie de reglas muy estrictas y se concretaron más de 300 trueques.
Con LHF vivimos muchas aventuras, Flor viajó dos veces a Puerto Madryn donde se hacían unos encuentros como estos y ahí conoció a otros artistas que estaban en la misma lucha que nosotros o ese día que como hicimos una muestra que se llamó “Dibujo en el año del búfalo” al Turco se le ocurrió invitar a Ludovica Squirru a que presente su libro del año del tigre y la conocimos, el museo se llenó de gente, hicimos una obra de unos afiches que ella nunca entendió, o esa vez que vino Ballesteros y le cortó el pelo a Virginia y después hizo una sopa que le puso mucha pimienta y la tuvimos que tirar, extraño mucho cuando nos confundían a Flor y a mi porque éramos parecidas pero nada que ver o cuando viajamos a Felicia a conocer a su familia y de eso hicimos nuestras tesis que nos sacamos un nueve y no un diez, o cuando Marcela Romer nos tuvo que presentar y dijo que La Herrmana Favorita eramos un monton y no, eramos nosotros tres, pero al final tenía razón eramos Tute, Mimi, Malena, Maxi, David, Vir, Flor, Fede, Caro, Joaquín, Ricci, Gelli, Lisandro, Manu, Arielito, Agustín, Julia. Juntos empujamos la obra al futuro, hacia una idea más amplia, que coloca a la producción en un terreno que a mi parecer es más atractivo y menos importante.
También participé de BOGA una galería portatil de obras de arte de 5 x 8 cm. una propuesta de Michele Siquot. Lo maravilloso de BOGA era poder pedirles a los artistas que me gustan obras incluso muestras enteras, como los pájaros de María Guerrieri, la casita ruidosa de Eugenia Calvo, las maravillas de Maxi Rossini, Silvia Lenardón, Max Cachimba o Fabiana Ímola. Nuestro momento cumbre fue cuando hicimos la muestra en el Museo Julio Marc acompañando las miniaturas que integran su colección. Gracias a Pablo Montini pudimos conocer el depósito de museo que es increíble, las miniaturas tienen unas cajas hechas a medidas como si fueran contenedores de perfume.
Como creo en la interdependencia, con Mario Scorzelli, Belén Romero Gunset y Lucrecia Lionti organizamos “Amigo del Interior” una serie de talleres con Mariano Blatt, Diego Bianchi y Fernanda Laguna en el subsuelo de una librería en San Telmo. Participaban entre 15 y 20 personas. El año pasado sacamos mecenazgo y pudimos organizar la Beca ADI, participaron 15 artistas entre ellos Gustavo y Pablo de Córdoba, Corina de La Plata, Walter de Comodoro, Mimi de Rosario y Carlita de Tucumán, los especialistas convocados fueron Martín Legón, Carlos Huffmann, Javier Villa, Gastón Pérsico y Cecilia Szalkowicz. Desconfiábamos del formato exhibitivo entonces decidimos organizar una serie de encuentros que llamamos “Tanta vehemencia incomprendida” para que los artistas pudiesen abordar en una tarde su obra en totalidad. En arteBA Martín Sastre nos dio la plata de su obra TIME y nos invitaron a participar de “Mercado de arte” en Córdoba con otros proyectos muy generosos.
Si se piensa la independencia en términos de subordinación, todos los proyectos en los que intervine fueron concretados en espacios de libertad sin depender de nada más que nosotros mismos y todas nuestras necesidades. No tener taller, no tener un proyector, no tener una compu, ni plata para la pintura, el bondi, la birra o los chisitos. Al final puedo concluir que los proyectos en los que actué fueron todos paradójicamente muy dependientes, nunca nos podíamos valer de nosotros mismos, sino que éstabamos plenamente subordinados a todas las carencias y a las demandas, al amor de los amigos y al arte.
Creo que los proyectos de gestión son fundamentales para enriquecer la escena. Nosotros siempre lo consideramos un trabajo. En su realización la entrega tiene que ser absoluta y eso hace que sea una actividad invaluable. Creo que generamos estas instancias porque es una manera de no reclamarle al medio si no de construir con él: uno reconoce lo que hace falta o lo que quiere, y a partir de eso opera con lo que tiene y lo que requiere. A pesar de las críticas y falencias que se pueden reconocer en el campo artístico argentino, los cambios de gobierno o la inestabilidad del mercado, nosotros seguiremos sobreviviendo en la humildad y la militancia. Siento que los artistas gestores tenemos el poder para suplirlo todo, crear infraestructuras capaces de complementar aquellas y contener no sólo nuestra actividad profesional si no también contenernos emocionalmente con todas nuestras urgencias y todas nuestras alegrías.

12 en 1 sala

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En 1989 un grupo de artistas irreverentes con look Madness y aires de renovación exponían en este mismo espacio y lo hacían lanzando una crítica velada en clave humorística: Cinco en una sala contrastaba las pretensiones de los Mariscos en tu calypso y las limitaciones por entonces de la institución. Gordín, Miliyo y los restantes integrantes del grupo se sentían apretados en una sala que no les permitía desplegar sus obras a sus anchas.
Cuando me sumé a este proyecto que reúne la obra de 12 artistas contemporáneos seleccionada por convocatoria pública y agrupada por sugerencia de Rodrigo Alonso, el link con aquel episodio se activó de inmediato. Casi desde el inicio esta muestra se llamó “12 artistas”, como un modo también de escapar de cierta narración forzada que obliga a proponer un tema y limitar la singularidad de cada uno de estos artistas.
Aun así, la referencia lejana a Cinco en una sala es absolutamente caprichosa pero por eso mismo también resulta productiva aun cuando la escena que plantea este nuevo proyecto asuma las formas de un ensamble más que una compresión. Las diferentes poéticas presentes a través de la producción de Walter Andrade, Ángeles Ascúa, Florencia Caiazza, Alfredo Dufour, Sofía Durrieu, Valeria Gopar, Bárbara Kaplan, Lucrecia Lionti, Nadia Martinovich, Gachi Rosati, Manuel Sigüenza y Marcos Torino se conectan y delimitan un espacio que habitaremos transitoriamente a través acuerdos y correspondencias recíprocas.
12 en una sala no es una curaduría en un sentido estricto: es un juego de postas que amplifica y deforma al mismo tiempo en su recorrido las ideas preliminares que le dieron origen. Una muestra pensada por todos y hacia todos lados que fue encontrando su registro.
En la sala hay movimiento y cada tanto se escuchan acoples de sonidos. Es el eco de las conversaciones cruzadas de estos 12 artistas en la sala.

Jimena Ferreiro
Curadora ‘ad hoc’

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cuaderno (3)

 

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Los amores de los dioses

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Ovidio cuenta en “Metamorfosis” la historia de Aracné en el canto número 8.
Aracne, una gran tejedora, alardeó de ser más habilidosa que la divina Atenea, diosa de la guerra, la artesanía y la sabiduría. La diosa se enfadó, pero dio a Aracne la oportunidad de redimirse. La mortal se burló y propuso un concurso de tejido en el que pudiera demostrar su superioridad. Ambas compiten, Atenea bordó la escena de su victoria sobre Poseidón. El tapiz de Aracne representaba 22 episodios de infidelidades de los dioses disfrazados de animales: Zeus siendo infiel a Hera con Leda, con Europa, con Dánae. Atenea admitió que la obra de la doncella era perfecta, pero se enojó mucho por la irrespetuosa elección del motivo. Los amores de los dioses, era un tópico muy ofensivo. Iracunda, la diosa destruyó el tapiz. Aracne, advirtió su insensatez, quedó embargada por la vergüenza y se ahorcó. Atenea se apiadó de la joven. Para aflojarla, roció con jugo de acónito la soga, que se transformó en una telaraña, y la propia Aracne en araña.

 

Tapiz, 150 x 130 cm. + vitrina con libros y reproducciones
LXIX Salón Nacional de Rosario, Museo Castagnino+macro, 2015

 

Il Disegno

“Todas las artes ingeniosas derivan del disegno, el cual es el principio necesario de todas ya que no teniéndolo no se tiene nada. Porque si bien todos los secretos son buenos los del diseño son óptimos porque mediante él todo lo perdido se encuentra y todas las cosas difíciles se hacen fáciles”. Giorgio Vasari, circa 1560.

En el año 1546 Benedetto Varchi retoma una discusión que llevaba tiempo fogueando el ambiente artístico italiano: ¿cuál es el arte de mayor estima: la pintura o a la escultura? Frente al debate Miguel Ángel Buonarotti, maestro indiscutido de la época, responde: -il disegno- en alusión a que la disciplina más importante es el dibujo. Es la madre de ambas y también de la arquitectura. El disegno, tanto en el italiano de aquélla época como en el moderno, reúne la idea de diseñar una pieza así como dibujarla, concibe la acción del dibujo como un acto conceptual previo a la concreción de la obra sobre el soporte. Se lo piensa como una extensión de la idea, una intención, un proyecto. Se encuentra en el artista y éste lo materializa a través de la obra. Esta muestra incluye obra de nueve artistas jóvenes argentinos que experimentan diversos soportes, entre ellos la instalación, la pintura, la escultura, el video o la performance pero cuyo trabajo en su raíz, es devoto del dibujo. En estas obras, la línea es la extensión de la idea de la misma: no sólo funciona como un medio gráfico, sino que constituye la columna vertebral de la pieza, el punto de partida desde donde las heterogéneas materialidades se expanden. En ellas el dibujo es el sostén del peso conceptual y, sobre él, operan las transformaciones propias de la producción artística contemporánea. Así, la exhibición amplifica la cualidad del disegno, en las piezas exhibidas y del cuerpo de obra de los artistas. “¿Qué espíritu es tan vacío y ciego que no puede reparar en el hecho de que el pie humano es más noble que el zapato y que la piel humana es más hermosa que la prenda con la que se cubre?” -decía Miguel Ángel-, señalando que lo oculto, lo que subyace a las apariencias, es muchas veces tan postergado como esencial.

Curadoras: Clara Ríos y Laura Hakel
Miranda Bosch

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Elegía

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Estoy interesada en el formato de la poesía elegíaca. Para eso construí una pieza que cubrí con flores confeccionadas a mano, cocidas, con piedras y cristales swarovski.

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Lucrecia Lionti escribió el siguiente texto a propósito de la muestra >

Niké había sido descubierta
por Caballero Francés,
un hombre recto y extremadamente bello
Amateur Romántico Intelectual
de un siglo muy viejo.
Los primeros días en la Isla,
Caballero encontró una mano
la colocó sobre un pedestal
la cubrió con unas lajas de nácar
le atravesó luces verdes y brillantes
la monitoreó con la mejor tecnología
de ese mismo siglo viejo.
La mano refulgía de protección.
Era en ese momento
el mejor segmento de su cuerpo.
Con el tiempo
(el de un siglo intermedio)
Caballero encontró un par de alas
frías, duras e inteligentes.
Entendió que
nunca iba a poder desnudarla
el vestido se había vuelto carne en su cuerpo,
las olas del mar habían hecho el trabajo por ella.
El barco que era su casa
había naufragado por una tierra
llena de polen y piedras.
Caballero descubrió en la proa
unos ojos lapislázulis
tan reales como las alas
tan idénticos como la mano.
Eran ahora,
el mejor segmento de su rostro.
Mármol durmiente.
Éxtasis en sueño.
Acción y lamento.
Luego de algunos años
(en el tiempo de un siglo muy nuevo)
el de Niké y Caballero,
un torbellino fresco
arrasó Samotracia
tejiendo el polen
las lajas
las piedras
las aguas.

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En el marco de la exposición se organizó  un taller de poesía elegíaca a cargo de las especialistas Florencia Savarino y Florencia Cattan. Desde entonces estoy muy entusiasmada leyendo “Amores”, “El arte de amar” y “Remedios para el amor” obras rupturistas de la elegía elaboradas por Ovidio.
Amores fue “publicado” en el 16 AC en 5 volúmenes pero sólo se conservaron 3.
Amores empieza explicando que, en realidad, Ovidio quiso “escribir” una épica, compuesta, según la norma, por hexametros. Pero cuando se
dispuso a escribir Amor (Cupido) con su flecha arrebató uno de los pies, así quedó un hexámetro y un pentámetro, tal como se reconoce la elegía hoy.
Al finalizar la experiencia regalé todas las flores.

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En la historia de la pintura también se problematizó el género. De una manera más clásica Williams Bouguereau realizó sus motivos.
En el Museo Nacional de Bellas Artes se expone una pintura de su autoría que,intuyo, pertenece a esa serie.

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Esta exhibición se llevó a cabo en Matienschön CCMatienzo durante agosto y septiembre de 2015. Muchas gracias a todo el equipo de Matienschön muy especialmente a Agustín Jais. También le quiero agradecer a Lucrecia Lionti, a Silvia Ruffinengo, a Mario Scorzelli y muy especialmente a Clara Ríos.

Los pintores de la mañana

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Si fuera pintor, creo que desayunaría en mi taller antes de ponerme a trabajar. Podría ser un taller no tan grande, pero que de a un patio con muchas plantas y flores. Podría estar en una primera planta, no más alto quizás. Lo que si creo que pintaría mucho a la mañana, muy temprano, me levantaría a la madrugada y iría al taller (que estaría en mi casa) directamente, a las seis de la mañana como tarde. Alli me prepararía un cafe en una taza grande, un cafe instantáneo, con un poco de leche. Fumaría un cigarro, hechando el humo por la ventana. A lo mejor sería el único de toda la mañana, incluso de todo el día. Me marearía un poco pero me gustaría ese mareo que me generaría ese primer cigarro junto a ese primer café. Después me pondría a mi obra. Pintaría plantas, arboles, paisajes, selvas, deltas, casas, ciudades de noche, pájaros, peces, mares, ríos, cielos, nubes, interiores, mesas, talleres, ramos de flores. Cortaría a las 13h para comer algo y a lo mejor dormir una siesta. A la tarde iría a pasear, o visitar talleres de otros amigos, y me acostaría siempre al rededor de las 22h, cansada, con ganas de que venga el día siguiente para volver al taller. Habrá pintores nocturnos también pero me parece que me ubicaría mas en la familia de los de la mañana, como Rodolfo, Florencia, Angeles y Lia, que no se si pintan realmente a la mañana, ni si fuman o toman café, pero es como me encanta imaginarlos.

Pauline Fondevila, sept. 2015

Pauline me invitó a participar de esta muestra (muchas gracias!!!!). Para mi fue muy importante porque además de exponer con Flor que es mi amiga y siempre me pone feliz mostrar con ella, también reunía obras del magnífico Rodolfo Elizalde. Aquí algunas de sus flores:

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Participe de la tercer edición de SAL un proyecto de mi amiguísima Clara Ríos y Ailín Staicos que intenta reflexionar sobre el formato exhibitivo, sobre el lugar y la cultura del espectador. A partir de este desafío, la invitación consistió en construir un libro, un objeto que se pueda mirar y tocar, una obra que viva, que necesite el contacto para poder dar cuenta de su existencia. Bajo esta perspectiva, ver la muestra entera sería muy dificil, así como también era difícil que dos personas vean la misma exposición. Sobre estas cosas trató el tercer episodio de SAL en la galeria Ruby. Acá más info

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Silfide

silfide

La fotografía la hizo Lihuel González y el video Luisa Cavanagh a partir de mi acción.

Silfide

Y hasta el más sabio de vosotros no es más que un ser híbrido mitad planta mitad fantasma.

(Así habló Zaratustra.)

Las sílfide son seres elementales de aire femeninos, según la tradición hermética especialmente según Paracelso. En 1670, el francés Nicolas-Pierre-Henri de Montfaucon de Villars las describe: «El aire está lleno de una multitud de gentes de aspecto humano, un poco feroces en su apariencia, pero dóciles en realidad: grandes amantes de las ciencias, sutiles, solícitos para con los sabios pero enemigos de los necios y de los ignorantes. Sus mujeres y sus hijas son de una belleza varonil, tal como se representa a las Amazonas.»

En la literatura inglesa las sílfides aparecen en “El rizo robado” de Alexander Pope. El autor satiriza los textos alquímicos y elabora una teoría sobre el origen de las sílfides; según la cual éstas son la condensación química de los humores de las mujeres antipáticas. En el poema de Pope, las mujeres llenas de rencor y vanidad se convierten en sílfides cuando mueren porque sus espíritus están demasiado llenos de vapores oscuros como para subir al cielo. Belinda, la heroína del poema de Pope, es asistida por un pequeño ejército de sílfides, que fomentan su vanidad y defienden su belleza.

La sílfide, es considerado además el primer ballet romántico, entablando una tradición muy famosa como compleja. El ballet romántico está lleno de grutas, ruinas, fondos lunares y seres extrahumanos que habitan en los bosques, historias de amor muy trágicas, nunca resueltas. Fue estrenada en la Ópera de París el 12 de marzo de 1832. La coreografía fue concebida por Filippo Taglioni para su hija Marie. Para obtener el efecto alado de las sílfides, se crearon las zapatillas de punta.

Cuenta el baile que James, un joven escocés ya prometido, era amado por una sílfide a la que sólo él puede ver. El día de su boda, ella se apodera de la alianza de la novia y corre a esconderse en el bosque. Él la persigue olvidándose de su prometida. Allí James se encuentra con una vieja hechicera a la que había denunciado tiempo atrás y que, deseosa de vengarse, le ofrece un velo con el que, según ella, podría capturar a la sílfide. El velo, sin embargo, está envenenado; al caer sobre la sílfide hace que pierda sus alas y la vida. Profundamente apenado, James, vislumbra a su antigua novia a la distancia casándose con su rival.

A principios de los años ’70 Pierre Lacotte, basándose en documentos y archivos, logró la reconstrucción del ballet, manteniendo el estilo de baile de la época. Esta reconstrucción fue estrenada en 1972 y desde entonces, forma parte del repertorio de la Ópera de París. La Sílfide esta vez fue interpretada por Ghislaine Thesmar, pareja del coreógrafo.

Siempre me pareció algo muy curioso como en la danza clásica o el teatro, es una práctica tan común reponer obras del pasado. Repitiendo esta tradición decidí retomar esta problemática y realizar mi propia versión de la Sílfide en la que trabajo hasta el día de hoy.

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Este proyecto fue expuesto en la muestra final de la UTDT. La foto en sala la hizo Estefi. Más info aquí

Mi muestra en EMBRUJO

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Mi amiguísima Virginia Negri, directora de «Embrujo», me invitó a hacer esta muestra muy sentida para nosotras. Vir también escribió la hermosa poesía para la ocasión que termina así

Voy a hacer la meditación de la burbuja
para encontrarme con vos
para encontrarme con todos

Nos vemos ahí

completa se puede leer aquí

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Las fotos las sacó Diego Stocco, todas se pueden ver aquí.

Embrujo queda en Corrientes 314 local 2 Rosario.

Muchas gracias a Virginia por tanto tanto amor ❤

Einfühlung, catástrofe y adecuación

angeles ascua juliana udi (1)A Juliana la conocí en Berlin, cuando fuimos a hacer un curso a la Freie Universität. Nos hicimos muy amigas. Años después yo me mudaría a Buenos Aires en un departamento que queda cruzando la calle de su casa. Nuestro vínculo se incrementó por la cercanía. Charlamos mucho. Compartimos 2 x 1 del supermercado. Mi vecina se transformó en mi maestra y me da clases particulares cada vez que lo necesito. También fuimos al gimnasio Steel and blood tres veces por semana por casi un año. Ahora estamos con otros proyectos.

Entre otras cosas, siempre quisimos escribir algo juntos porque encontramos algunos puntos en común entre nuestros temas. Ella se dedica a estudiar sobre justicia y caridad en la teoría de la propiedad de Locke. A mi lo metodológico no se me da muy bien. Por eso se me ocurrió mostrar estos encuentros a través de esta pieza. Pusimos cinco dibujos mios que fueron cambiados por partes de la tesis de Juliana. Lo que empezó siendo una muestra de textos terminó siendo una muestra de dibujos. Esta fue la manera de ilustrar nuestros intercambios.

acá uno de los textos:

Locke entiende que existe una excepción al carácter comunal de la donación originaria: “aunque la tierra y todas las criaturas inferiores sean para el beneficio común de todos los hombres, sin embargo cada hombre tiene la propiedad de su propia persona. Nadie salvo él mismo, tiene derecho sobre ella” (LOCKE, 2005: §27). Además, cada quien no sólo posee su propia persona sino también su trabajo, que constituye la extensión inmediata de su persona: “el esfuerzo de su cuerpo y la obra de sus manos, podemos afirmar, son también auténticamente suyos” (LOCKE, 2005: §27). Se trata de la conocida “tesis lockeana de la autopropiedad” según la cual cada individuo es propietario pleno de su persona, sus acciones y sus capacidades.

Desde aquí se puede descargar los textos completos de Juliana Udi.

Participé de esta exposición curada por Laura Hakel y David Nahon en Diagonal, Buenos Aires en septiembre de 2014. + info aquí

Se puede oír en la profundidad

arachne

se puede oir en la profundidad

Teje en punto bolita
una frazada de consejos para la vida
para encontrar un poco de paz

Lo más probable
es que la muerte
no sea definitiva

Lo más probable
es que transmutemos

Tenemos el inmenso
poder de ser
cada vez mejores
cósmicamente

Los fantasmas del río
me dicen un poema

Los peces del río
me dicen tu nombre

Este es un poema
para buscar ese lugar
en donde está tu nombre
que a veces me da tranquilidad

Voy a pasear por el río
buscando lo que te nombre

Voy a pasar por el río
y vas a pasar vos también

Voy a perderme
Voy a irme
donde solo yo sepa
que te voy a encontrar

Voy a hacer la meditación de la burbuja
para encontrarme con vos
para encontrarme con todos

Nos vemos ahí

{ Virginia Negri }

meditacion de la burbuja

Se puede oír en la profundidad se puede oír en la profundidad

Mi abuela Lía bordó este tapiz en el 2002. Mi tía Ester trajo la urdimbre desde Ingleterra. Mi tía se lo regaló a mi abuela y mi abuela se lo regaló terminado, aunque los temas favoritos de mi abuela sean más medievales. Mi tía dice que es un paisaje de Constable, no lo pude comprobar, pero puede ser tal vez un detalle. En el tapiz se aprecia como mi abuela, con maestría, desarma los colores. Donde hay un color, por ejemplo, un celeste, puso como 15 celestes diferentes.
Continuando con este legado, a modo de herencia identitaria, reproduje un sector del tapiz (del medio inferior) en un tejido nuevo. Realicé un punto tridimensional para aumentar los puntos que funcionan como pixeles. En el proceso, empecé a escuchar voces que salían del agua, tengo muy presente la sensación de caminar por Rafaela y que de las zanjas las ranas canten, con su voz tan monótona, de frases cortas y ensordecedoras.
Las piezas que componen la muestra dan cuenta de dicho universo.

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Aracne, una gran tejedora, alardeó de ser más habilidosa que la divina Atenea, diosa de la guerra, la artesanía y la sabiduría. La diosa se enfadó, pero dio a Aracne la oportunidad de redimirse. La mortal se burló y propuso un concurso de tejido en el que pudiera demostrar su superioridad. Ambas compiten, Atenea bordó la escena de su victoria sobre Poseidón. El tapiz de Aracne representaba 22 episodios de infidelidades de los dioses disfrazados de animales: Zeus siendo infiel a Hera con Leda, con Europa, con Dánae. Atenea admitió que la obra de la doncella era perfecta, pero se enojó mucho por la irrespetuosa elección del motivo. Los amores de los dioses, era un tópico muy ofensivo. Iracunda, la diosa destruyó el tapiz. Aracne, advirtió su insensatez, quedó embargada por la vergüenza y se ahorcó. Atenea se apiadó de la joven. Para aflojarla, roció con jugo de acónito la soga, que se transformó en una telaraña, y la propia Aracne en araña.

Los amores de los dioses

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Aquí el catálogo

Los amores de los dioses

Muchas gracias a Álvaro Cifuentes a Celina Eceiza a Luisa Cavanagh a Laura Hakel a Ester Silvia y Lia Ruffinengo a Rubén, Mariel y Chichi Ascúa y a Mario Scorzelli

Celebración

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celebracion

LA CELEBRACIÓN DE LA TIERRA

Si algo celebran estas obras disímiles, además de nuestra diversidad, es la tierra, aunque no como esa metáfora de lo mineral que se esgrime a menudo para enfatizar las señas de identidad. Establecen, sí, anclajes reconocibles en lo que Marc Augé llamara “lugar antropológico”, y que es todo espacio tatuado por una cultura determinada, ámbito de pertenencia que él opone al “no-lugar”. Pero aquí tales anclajes eluden lo típico, y si bien no dejan de reflejar marcas sutiles de un territorio (el suyo), lo que exhiben son heridas, el dolor de las ausencias que esconden en los tonos tenues de una abstracción. Porque tampoco en estas obras salta a la vista, como cabría esperar, la fuerza desbordante de las gestaciones, y menos aún la dureza de lo petrificado. Es que el paisaje dejó de ser explícito, exterior, para cuajarse en una subjetividad que los transfigura, que lo devuelve en retazos, como esas metonimias del arte japonés, al que le basta una flor de cerezo en la bruma para hacer explotar la primavera en el receptor.
Las ausencias que denuncian estas obras no pasan por lo personal, sino por imágenes que la mirada hoy no registra simplemente porque ya no están, porque fueron destruidas, o lo están siendo, por aquellos que, como decía Octavio Paz, saben mucho de precios y nada de valores. Aristóteles señalaba que si bien la imagen de un árbol nunca será más bella y compleja que el árbol que la inspira, servirá para evocarlo cuando ese árbol ya no esté, porque lo tumbaron los vientos o quedó lejos, en un territorio al que no volveremos. Aunque estas obras no llegan al extremo de la denuncia, tampoco nadan en ese falso conceptualismo que no hace más que exaltar el vacío con su propio vacío, montajes que a menudo ni siquiera conforman una obra, como subrayaba Simondon. O sea, no se complacen en jugar livianamente en el bosque de los símbolos mientras llega el fin, ni se dejan arrastrar por la desesperanza, pues sugieren sendas hacia la recomposición del equilibrio perdido. Algunos de los artistas presentes ensayan una alquimia que une los signos de las culturas ancestrales con las tramas de la nueva era que vendrá, esos códigos genéticos que albergan otros mundos posibles, donde lo sagrado servirá para reafirmar lo humano, no para negarlo y reprimirlo.
Los siete artistas parecen coincidir en no excitar la sensibilidad del receptor frente a la naturaleza, apelando a imágenes de gran realismo o a las explosiones luminosas del color. Prefieren apenas sugerir al ojo capaz de mirarla los profundos enigmas que aún alberga. No para incitarlos a develar sus claves con desmontajes racionales, sino para mantenerlos vivos e incluso potenciarlos. Buscan así convertirlos en un silencioso alegato por la vida, a la que celebran sin estridencias ni súplicas, como esas flores que se abren, desafiantes, en medio de un paisaje calcinado.
Alberto Petrina, curador de la muestra “Arte del NEA”, realizada en el Museo Sívori de Buenos Aires y el Teatro Argentino de la Plata en los años 2000 y 2001, escribió en su catálogo que la artista misionera Mónica Millán era sin duda una de las artistas argentinas más brillantes de la nueva generación. En esa exposición, que hizo historia, ella presentó algunas pinturas de su serie “El viaje por el río” y su instalación “Victoria Regia”, junto con una técnica mixta titulada “Impermanencia”. En términos de Petrina, ese conjunto de imágenes sintetizaba de forma admirable un nuevo concepto del arte regional, una forma distinta de absorber el paisaje, y también -podríamos agregar- de sugerir las ausencias.
Andrés Paredes, también de Misiones, apela justamente a materiales frágiles en su culto a la “impermanencia”, para celebrar con ellos a las mariposas, acaso los insectos de mayor densidad simbólica de los pueblos originarios de América, empezando por los del México antiguo. Recuerdo que en mi niñez tucumana los jardines se cubrían en primavera y verano de nubes de mariposas de todos los tamaños y colores. Misiones es la provincia del país donde más especies de ellas se registraron, muchas de una insólita belleza..
Natalia Segurado, de San Juan, celebra la tierra que pisamos.
La tierra y piedras que usa no provienen de cualquier lado, sino que fueron tomados de un lugar para ella significativo, como una forma de anclar su identidad. Ya los libros sagrados dicen que de tierra somos, y que en tierra nos convertiremos. Los límpidos mosaicos en que se asienta su instalación son como un plano frío y perfecto que se funde en un horizonte apenas sugerido. Sobre dicho vacío, ese puñado de tierra que nos toca a cada uno se alza, resignificado, como incitación a la toma de conciencia. Ello me remite a la obra señera de otra artista que trabaja con esta materia elemental, la bonaerense Teresa Pereda. ¿Hay algo más efímero y desolado que tal montaje?
La salteña Mercedes Ruiz de los Llanos se vale del dibujo sutil y una abstracción más arraigada en lo urbano para celebrar las flores y el mundo vegetal. Su enfoque es diferente al de Mónica Millán, mas esto es lo que se propone la muestra: desplegar esas divergencias que hacen a la diversidad, y por lo tanto a la identidad. Podemos encolumnar con ella a las santafecinas Claudia del Río y Ángeles Ascúa, que incorporan el tejido y al bordado, esas urdimbres a las que muchos pueblos relacionan con la palabra viva y otros lenguajes que atan los disperso, introduciendo una trama en el caos, aunque aquí la finalidad es más estética que conceptual. A la delicadeza de las formas que construyen, se añaden trasfondos de colores suaves, de un refinamiento que elude toda explosión.
El cordobés Alejandro Bovo Theiler también trabaja el textil en su refugio del Valle de Punilla, aunque avanzando hacia el volumen de lo escultórico. La sobriedad de las formas, texturas y colores que caracteriza a su obra, dentro de un marco de abstracción geométrica, rinde homenaje al legado estético andino

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ADOLFO COLOMBRES
(Buenos Aires, agosto de 2014)

celebracion

Celebración – Angeles Ascúa, Alejandro Bovo Theiler, Claudia del Río, Monica Millan, Andres Paredes, Mercedes Ruiz Delos Llanos y Natalia Andrea Segurado – curada por Facundo Maldonado en el Centro Federal de Inversiones –  CABA

muchas gracias Facu! ❤

La preponderancia de lo pequeño

Guido, Marc y yo

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La preponderancia de lo pequeño

Cruce de la colección de miniaturas del Museo Histórico Provincial J. Marc y BOGA Galería de Bolsillo.

 “La preponderancia de lo pequeño” corresponde al hexagrama 62 del I Ching. La imagen muestra la diferencia entre el trueno en la montaña y el trueno en el llano. En la montaña, los truenos aturden porque están mucho más cercanos; mientras que fuera de las regiones montañosas, los truenos de una tormenta ordinaria son menos audibles. Algo similar sucede con las estrellas: desde la Tierra los hombres percibimos puntos diminutos, mientras que en realidad tienen dimensiones casi inconmensurables. El diámetro de la superficie del Sol es de aproximadamente 1.392.000 km. sin contar la luz que irradia. A partir de estas cuestiones emprendimos un cruce entre nuestra colección de miniaturas BOGA y la colección de miniaturas del Museo Histórico Provincial de Rosario “Dr. Julio Marc”.

Proponemos un encuentro de ambos acervos para que impulse otra mirada sobre el valioso patrimonio histórico del Museo, y por nuestra parte, dé forma a una investigación sobre los orígenes del miniaturismo: su forma de presentación, sus usos y tradiciones. Entendemos cruzar como atravesar una cosa en otra, así intentaremos dotar de otros significantes a estas colecciones, potencializando sus maravillas.

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BOGA es un espacio de acción portatil dedicado a la exposición de obras de arte de autores contemporáneos de reconocida trayectoria y principalmente, buen humor. Fue fundada en el 2002, nuestra causa: el compromiso en difundir la práctica del pequeño formato y apoyar investigaciones en dicho soporte.

BOGA es un proyecto de Michele Siquot y Ángeles Ascúa, con la colaboración de Agustín González.

 Artistas BOGA que participan de la muestra:

Ángeles Ascúa, Francisca Bosio S., Joaquín Boz, Max Cachimba, Florencia Caterina, Claudia del Río, Lola Goldstein, María Guerrieri, Fabiana Imola, Florencia Laorden, Mimi Laquidara, Cecilia Lenardón, Silvia Lenardón, Maximiliano Massueli, Renata Minoldo, Virginia Negri, Georgina Ricci, Maxi Rossini, Mario Scorzelli y Michele Siquot.

 

La Herrmana Favorita, Kubista

kubista 8259148742_71552159cc_k 8265981213_2d7ac7fc09_k 8274959202_025e79eacc_k DSC_0984 DSC_0990 DSC_1019 DSCN2818 foto muestra IMG_1354 lhfkA propósito de una muestra Kubista

Nuestro interés por los lazos afectivos nos llevó a viajar el año pasado a Alemania, para celebrar la hermandad entre dos localidades: Rafaela, nuestra ciudad natal ySigmaringendorf. Después de una semana de festejos, fuimos a Praga, donde con sorpresa y fascinación, descubrimos el Kubismo Checo. Fue un encuentro tan hermoso que lo comparamos con un alunizaje. Así.
En medio del exceso hornamental simbólico/mimético del art nouveu que impera en los edificios del centro antiguo, apareció una tiendakubista. Resulta que un grupo de arquitectos se unieron entre 1910 y 1914 para elaborar una serie de objetos, mobiliario y proyectos arquitectónicos extrayendo elementos de la búsqueda que venían realizando básicamente Pablo Picasso, George Braque y Juan Gris. Querían elaborar una nueva estética en contraposición al art nouveau. Estos cuatro arquitectos, Pavel JanakJosef GocarJosef Chochol y Vlastislav Hofman, adaptaron los principios cubistas para llevarlos a la vida cotidiana: puntas filosas, planos de corte, formas cristalinas, muebles repletos de energía, objetos decorativos dinamizados con líneas negras: duras, escuetas, crudas, austeras.

Cualidades éstas que percibimos también en cierta dimensión política actual, denotación explícita desde el mismo nombre que en checo se escribe con K.

En español, la K representa un sonido consonante obstruyente, oclusivo, velar y sordo. En nuestra lengua es una letra de poca presencia. Locierto es que la K, entre nosotros, ha pasado a ser una letra famosaHoy la K ya es una letra literal y definitivamente política.
A partir de esa experiencia, decidimos refundar el kubismo, un movimiento que pretende enarbolar las máximas checas de cambiar la vida mediante el arte.
Praga se transformó en una ciudad kubista con edificios kubistas con muebles kubistas. Sus pobladores podían tomar café en tasas kubistas, poner flores en floreros kubistas, fijarse el tiempo en relojes kubistas, alumbrar sus habitaciones con lámparas kubistas y leer sus libros con letras kubistas.

Los artistas kubistas estaban locamente comprometidos, a tal punto que se cambiaban el nombre para apellidarse como el épiteto de su proyecto. A nosotros también nos pasa un poco eso, dejamos de tener nuestro nombre para pasar a ser “Florencia de la Herrmana Favorita”, o “la herrmana Florencia”. En toda nuestra propuesta existe esa filiación, por eso somos LHF ni uno ni otro, no nos gustan que nos distingan, preferimos que ella sea una que es otra.

Entre sus exponentes se encuentran dos hermanos (continuando con la obsesión del lazo
afectivo/conflictivo). Uno de ellos es Karel Capek, uno de los escritores en lengua checa más importante del siglo XX y autor de R.U.R. (Rossum’s Universal Robots). En este drama, el gran público conoció la palabra ROBOT. La palabra, sin embargo, se escribía como «robotnik».
Aunque no fue este Čapek quien inventó el término. En una breve carta escrita a la editorial del Diccionario Oxford, atribuye a su hermano Josef la creación de la expresión. En un artículo publicado en la revista checa Lidové noviny en 1933, explicó que originalmente los quiso llamar laboři (del latín labor, trabajo). Sin embargo, no le gustaba la palabra y pidió consejo a su hermano Josef, que le sugirió «roboti». La palabra robota significa literalmente trabajo o labor y figuradamente «trabajo duro» en checo y muchas lenguas eslavas. Tradicionalmente robota era el periodo de trabajo que un siervo debía otorgar a su señor, generalmente 6 meses del año. La servidumbre se prohibió en 1848 en Bohemia, por lo que cuando Čapek escribió R.U.R., el uso del término robota ya se había extendido a varios tipos de trabajo, pero el significado obsoleto de «servidumbre» seguiría reconociéndose.
El éxito de la obra hizo que se introdujera en todas las lenguas, por eso también cerca del aniversario de la fecha de su muerte es habitual encontrar la tumbaadornada con cientos de robots en miniatura.

Los Capek eran unos checos atentos a las tradiciones y los cuentos perversos de su ciudad natal llenos de autómatas, marionetas y del Golem judío, ese monstruo terrible hecho con barro del Moldava y fabricado para trabajar como esclavo, claro antecedente del robot. 
R.U.R. es un drama teatral que tiene lugar en una fábrica situada en una isla del Pacífico Sur (por aquel entonces, el último rincón virgen donde aún cabía soñar) y que manufactura humanoides sintéticos. 
El nombre de la compañía, «Rossum» es también un juego de palabras con el término checo «rozum», que significa «razón» o «intelecto». Así, Rossum «intelecto» fabrica robots, “obreros-esclavos”, una relación binaria equivalente a mente/cuerpo o amo/sirviente.

Los robots se fabricaban para hacer el trabajo de dos y media personas: liberar a la humanidad de la esclavitud del trabajo manual; pero se han acabado convirtiendo ellos mismos en una clase oprimida. La obra comienza con la idealista Helena Glory presionando al director de la fábrica, Harry Domin, para que libere a los robots. Éste cree que no tienen alma, aunque la obra nunca pone en duda la chispa de humanidad que anida en ellos, por mucho que sean seres (o «máquinas») de carácter huraño y reservado. Su rebelión contra la esclavitud es inevitable: arrasan el escenario, matando a todos los humanos de la Tierra excepto a Alquist, el único humano que todavía trabajaba con sus manos y que se oponía a lo que en la fábrica se estaba haciendo.
Pero sin la ayuda de los hombres, los robots no pueden reproducirse. La obra termina con una esperanzadora nota de carácter religioso: dos robots modificados, Primus y Helena, rebautizados por un envejecido Alquist como Adán y Eva, son enviados al mundo exterior para reproducirse sin el estigma del pecado original y con un nuevo sentimiento creciendo en ellos: el amor.
Pero hay otras lecturas, normalmente vinculadas al momento histórico en que se reinterpretó la obra. En los años veinte se contempló como una recreación de las revueltas bolcheviques; en los años treinta y cuarenta, como un aviso sobre el fascismo. Y siempre ha sido una moraleja sobre los peligros de jugar con una tecnología sobre la que no se tiene un adecuado control –científico y ético- y de crear una raza inferior de esclavos. Al final, se trata no de la moral con que imbuimos a nuestras creaciones, sino de la moral con que nos dotamos nosotros mismos.
La historia del robot nos resultó condensador de varias cuestiones.
Principalmente porque nace de las ocurrencias colectivas y para nosotros los colectivos son el futuro. Y de un colectivo muy especial, unidos por la carne. El origen de la palabra hermano viene del latín «germanus». Como germen, viene de geno ‘carnal’, en el sentido de pariente consanguíneo, también significa ‘verdadero’, ‘exacto’.
Pero también el robot es un ser frio, de formas sintéticas, escuetas, inmaculadas; decidimos confeccionar uno para hacerlo un poco mas rosarino. Leonardo (Da Vinci) construyó también los suyos. Según un científico de la NASA, fue el motor para realizar los propios y así pensar el futuro.

Por último, el monumento: construimos un kubo con un secreto adentro. En este mundo de certezas heredadas, ese ser misterioso, vacío, se erguirá como un caballo de troya; confiamos suscite miles de preguntas, la nuestra es: si fueras un robot ¿no querrías saberlo?.

En internet, algunos sitios web te desafían “Demuestra que no eres unrobot”, y para eso hay que resolver un simple captcha (Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart / Prueba de Turing pública y automática para diferenciar máquinas y humanos).

Otra cualidad de esta propuesta es el texto: el alfabeto checo tiene 34 letras (!) entonces decidimos agregarle algunas y construir letras nuevas. 

 
Queremos agradecerles muy especialmente a Daniel Abate, Renata Minoldo, Flor Boaglio, Teo Wainfred, Sol Pipkin y Fran Zavalia
 
La Herrmana Favorita
diciembre 2012 | Kubista. Si fueras un robot ¿querrías saberlo?

Guardianes de la distribución de los colores

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Voy a hacer una muestra en noviembre gracias al Premio al Artista Joven 2012 de la Fundación Nuevo Banco de Santa Fe. Para eso trabajé con gente muy simpática y buena onda que me ayudaron un montón.

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Acerca de Guardián de la distribución de los colores.

Me gusta tejer porque me interesa el linkeo con la historia, creo que me inscribe en una tradición muy hermosa. Las comunidades andinas usaban el tejido para contabilizar, para hacer puentes y enterrar a los muertos. Mi abuela borda y teje para regalar, y mi abuelo cosía “para afuera” (era sastre): distinción del regalo y de la profesión. Etimológicamente amigurumi significa peluche tejido. Todo empezó porque quise hacerme mis propios animalitos, después imitando el gesto generoso de mi abuela, los fui regalando uno a uno.
Creo que aprender a tejer implica no solo dominar las técnicas y procesos de trabajo, sino también dominar principios abstractos de operaciones simétricas que construyen complejas estructuras a partir de unidades de información relativamente simples (un poco sucede lo mismo con los dibujos: encontré algunas estructuras que se repiten pieza a pieza y configuran un tímido lenguaje). Hay que estar muy atentos: para conseguir las formas es necesario usar combinaciones matemáticas, multiplicar para agrandar y dividir para disminuir.
Tengo ideas formales muy claras: me gustan que sean objetos de volúmenes puros, netos; de formas silvestres y sencillas. Elegí estas figuras porque me parece que de alguna remota manera se conecta con la escultura minimalista que corre el costado hippie del tejido en sí. Como aquellas, mis amigurumis pueden ser vistos desde cualquier lado y se presentan “inmaculados” desde todos sus ángulos.
La cualidad más inmediata es la paleta de colores vibrante, intento reducir los elementos a sólo puro color seductor. Me gustan que los amigurumis convivan con los dibujos y así surgió la idea del guardián, como un arcangel que vigila a todos.
También me gusta que el tejido sea algo portable y que lo pueda hacer acompañada. Cuando dibujo me pasa lo mismo. Me gusta compartir, así se torna una actividad afectiva inmediata.
Me gusta abrazarlos y que los otros también los puedan abrazar. Por lo general, el tejido es animado y representa a un ser cuya función especial es espacializar relaciones entre seres humanos. El tejido transforma los contextos y los espacios cotidianos. Una pieza de tejido hecha a mano sobre una mesa, sobre el suelo o colocada sobre la cabeza, transforma el espacio para ser utilizado con propósitos rituales, como un mantel en una cena.  Cuando vino la Presidenta le regaló a la ciudad la primera bandera argentina. La tradición señala que esa primera bandera izada por Belgrano fue confeccionada por una vecina de Rosario de nombre María Catalina Echevarría de Vidal. Ella, mi abuela Lía Ruffinengo y los muñecos de nieve gigantes de Gary Hume son mis referentes.

Tejieron: Mónica, Estela, Marisa, Cintia, Liliana, Sandra, Mirta, Victoria, Gisel, Claudia, Nelly, Betiana y Lorena.