Guardianes de la distribución de los colores

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Voy a hacer una muestra en noviembre gracias al Premio al Artista Joven 2012 de la Fundación Nuevo Banco de Santa Fe. Para eso trabajé con gente muy simpática y buena onda que me ayudaron un montón.

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Acerca de Guardián de la distribución de los colores.

Me gusta tejer porque me interesa el linkeo con la historia, creo que me inscribe en una tradición muy hermosa. Las comunidades andinas usaban el tejido para contabilizar, para hacer puentes y enterrar a los muertos. Mi abuela borda y teje para regalar, y mi abuelo cosía “para afuera” (era sastre): distinción del regalo y de la profesión. Etimológicamente amigurumi significa peluche tejido. Todo empezó porque quise hacerme mis propios animalitos, después imitando el gesto generoso de mi abuela, los fui regalando uno a uno.
Creo que aprender a tejer implica no solo dominar las técnicas y procesos de trabajo, sino también dominar principios abstractos de operaciones simétricas que construyen complejas estructuras a partir de unidades de información relativamente simples (un poco sucede lo mismo con los dibujos: encontré algunas estructuras que se repiten pieza a pieza y configuran un tímido lenguaje). Hay que estar muy atentos: para conseguir las formas es necesario usar combinaciones matemáticas, multiplicar para agrandar y dividir para disminuir.
Tengo ideas formales muy claras: me gustan que sean objetos de volúmenes puros, netos; de formas silvestres y sencillas. Elegí estas figuras porque me parece que de alguna remota manera se conecta con la escultura minimalista que corre el costado hippie del tejido en sí. Como aquellas, mis amigurumis pueden ser vistos desde cualquier lado y se presentan “inmaculados” desde todos sus ángulos.
La cualidad más inmediata es la paleta de colores vibrante, intento reducir los elementos a sólo puro color seductor. Me gustan que los amigurumis convivan con los dibujos y así surgió la idea del guardián, como un arcangel que vigila a todos.
También me gusta que el tejido sea algo portable y que lo pueda hacer acompañada. Cuando dibujo me pasa lo mismo. Me gusta compartir, así se torna una actividad afectiva inmediata.
Me gusta abrazarlos y que los otros también los puedan abrazar. Por lo general, el tejido es animado y representa a un ser cuya función especial es espacializar relaciones entre seres humanos. El tejido transforma los contextos y los espacios cotidianos. Una pieza de tejido hecha a mano sobre una mesa, sobre el suelo o colocada sobre la cabeza, transforma el espacio para ser utilizado con propósitos rituales, como un mantel en una cena.  Cuando vino la Presidenta le regaló a la ciudad la primera bandera argentina. La tradición señala que esa primera bandera izada por Belgrano fue confeccionada por una vecina de Rosario de nombre María Catalina Echevarría de Vidal. Ella, mi abuela Lía Ruffinengo y los muñecos de nieve gigantes de Gary Hume son mis referentes.

Tejieron: Mónica, Estela, Marisa, Cintia, Liliana, Sandra, Mirta, Victoria, Gisel, Claudia, Nelly, Betiana y Lorena.